Jesucristo es el sanador por Kouakou Francis YAH
Jesucristo, el creador de todas las cosas, tomó la forma de hombre y habitó en el mundo para revelarnos la naturaleza del Dios invisible. Conociendo a Jesucristo tenemos una idea de quién es Dios. La compasión de Jesús por la gente desamparada, sin esperanza, nos permite entender el amor de Dios por les seres humanos creados a su imagen.
“Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.” Mateo 4:24
Jesucristo, el creador de todas las cosas, tomó la forma de hombre y habitó en el mundo para revelarnos la naturaleza del Dios invisible. Conociendo a Jesucristo tenemos una idea de quién es Dios. La compasión de Jesús por la gente desamparada, sin esperanza, nos permite entender el amor de Dios por les seres humanos creados a su imagen.
El señor Jesucristo vino en el mundo para hacer no, su propia voluntad sino la voluntad del Padre. Él nunca buscó su propia gloria. En el cielo, antes de venir en el mundo, ya el señor Jesucristo se había despojado de su gloria. Estando en este mundo, tomó forma de siervo y fue obediente hasta la muerte de Cruz. El señor Jesucristo nunca busca su propia fama.
Pero, la palabra declara que su fama recorrió toda Siria, de la cual el país de los judíos y samaritanos era sólo una pequeña parte. La historia bíblica confirma que Siria contenía varias provincias. Eso muestra que la fama del Señor Jesucristo en aquel tiempo debe haber sido sumamente grande.
I. ¿Por qué se difundió su fama?
La respuesta se encuentra en el versículo anterior (Mateo 4:23). Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”
La poderosa presencia de Jesucristo en toda Galilea se manifestó sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
La buena noticia es que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8)
Te invito a conocer a Jesucristo y a anunciar cuan grandes cosas el hizo en tu vida.
II. ¿Cuál fue la consecuencia del hacer conocer al Señor Jesucristo?
Podemos leer en la biblia que le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos.
Estos casos justamente considerados son algunos ejemplos que muestran que había mucha miseria y muy poca esperanza. Hoy, el mismo espíritu de enfermedad sigue multiplicando sus desastres de muerte en todo el mundo. Tú puedes venir a Jesucristo tal como eres. Traje tus dolencias, temores y enfermedades a cristo.
III. ¿Que hizo Jesucristo cuando le trajeron las personas enfermas y afligidas?
Cuando le trajeron a Jesucristo las personas enfermas y afligidas, Él las sanó. El Señor Jesucristo lo hizo para mostrar su infinito poder, su inmenso amor y su gran compasión.
Jesucristo fue entregado por tus transgresiones y resucito para tu justificación. El vive para siempre. El espíritu Santo nos revela que Jesucristo llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. (1Pedro2:24).
Yo lo creo, Aleluya!!! Lo crees?
La poderosa presencia de Jesucristo trae sanidad divina por Francis K. YAH
Podemos notar que Jesús recorrió Toda Galilea. Su presencia establece su dominio. Sus palabras son espíritus y vidas. Jesucristo es la verdad. Jesucristo es la luz de los hombres. Su presencia hace huir las tinieblas.
Podemos notar que Jesús recorrió Toda Galilea. Su presencia establece su dominio. Sus palabras son espíritus y vidas. Jesucristo es la verdad. Jesucristo es la luz de los hombres. Su presencia hace huir las tinieblas.
Todos los que oían a Jesús recibían sus poderosas palabras y el Poder En Jesús hacia cesar la causa de toda enfermedad y toda dolencia.
Mateo declara que Jesús lo hizo para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. (Mateo 8:17)
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Hebreos 13:8)
Jesús sana toda enfermedad, y toda dolencia.
Jesús Murió por tus pecados. Al tercer día, Él fue resucitado de entre los muertos. Él vive para siempre. Invita a Jesús en tu vida y su presencia hará de ti una nueva criatura. La poderosa presencia de Jesucristo el resucitado, destruirá la causa de la enfermedad en tu cuerpo. Para Jesucristo, ninguna enfermedad es incurable. Sus llagas son la cura para toda enfermedad y toda dolencia.
La poderosa presencia de Jesucristo el resucitado pondrá un fin a las dolencias en tu alma y en tu cuerpo. El desarraiga el rencor.
Jesucristo murió y resucitó para despojar tu opresor, Satanás.
La poderosa presencia de Jesucristo sanará tu corazón herido.
Jesucristo llevo tus enfermedades y sufrió tus dolores ya.
Por las llagas de Jesucristo, tu fuiste curado.
Acepta lo que Jesucristo consiguió para ti y regocíjate en su obra de redención. Dale gracias por tu salvación y por tu sanidad.
En el nombre de Jesucristo de Nazareth, satanás estas vencido. Suelta las almas y los cuerpos. En el nombre de Jesucristo espíritu de enfermedad vete en los lugares áridos y no vuelve más.
Amado Padre te doy gracias y te alabo por la salvación y la sanidad en Cristo Jesús.
Los beneficios de la Muerte y la Resurrección de Jesucristo por Francis y Enalba YAH
La biblia dice que Dios es amor! (1 Juan 4:8,16). Este es el Dios quien hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay. El creo el ser humano a su imagen según su semejanza para amarlo, tenerlo, y caminar con él, establecer una perfecta comunión con el único ser creado a su imagen. (Genesis1; 2). Jesús nos revelo a Dios como el Padre celestial. (Mateo 6:25-26).
Romanos 4:25 “el cual (Jesucristo) fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”
Introducción:
La biblia dice que Dios es amor! (1 Juan 4:8,16). Este es el Dios quien hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay. El creo el ser humano a su imagen según su semejanza para amarlo, tenerlo, y caminar con él, establecer una perfecta comunión con el único ser creado a su imagen. (Genesis1; 2). Jesús nos revelo a Dios como el Padre celestial. (Mateo 6:25-26).
En el Edén, Adán y Eva desobedecieron a la Palabra de Dios para obedecer a la voz de Satanás, el enemigo de Dios. Eso fue el pecado de alta traición. De esa manera le entregaron a satanás, el dominio y la autoridad que tenían sobre toda la creación de Dios. De ahí, el ser humano se puso bajo dominio, esclavitud de Satanás. Desde entonces, reino la muerte Espiritual que es la naturaleza de satanás sobre la raza humana. La muerte espiritual es la separación entre el espíritu del ser humano y de Dios. (Génesis 3:1-6; 23-24; Isaías 59:2)
La muerte espiritual paso a todos los hombres. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:12; Romanos 3:23)
La muerte espiritual, la naturaleza de Satanás es la fuente del pecado, de todo tipo de enfermedad, de la muerte física, y de todo dolor que oscurece la vida del ser humano.
El apóstol Pablo nos revela en Efesios la condición de muerte espiritual del ser humano sin Cristo.
Efesios 2:1-5 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
En Efesios 2:12 y 4:18 Pablo describe la condición de muerte espiritual.
Efesios 2:12: En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Efesios 4:18 “Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.”
En Colosenses 1:21, Pablo escribió: “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras…”
Según la revelación que pablo recibió: “el cual (Jesucristo) fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.” (Romanos 4:25)
En nuestro estudio trataremos de los beneficios de la muerte y la resurrección de Jesús.
I. Beneficios de la muerte de Jesús: fue entregado por nuestras transgresiones
1.1. La muerte de Jesús
Juan 19:30-42 nos ayuda a entender todo acerca de la realidad de la muerte de Jesús.
El hecho que salió agua y sangre cuando el soldado abrió su costado es una prueba irrefutable de que en realidad estaba muerto.
Jesús fue sepultado. Eso es otra prueba cierta que estaba muerto.
Jesús estaba muerto.
El gobierno romano le había declarado muerto.
El soldado había declarado muerto.
Los judíos sabían que estaba muerto.
1. 2. Los beneficios de la muerte de Jesús
a. El amor de Dios demostrado
En Ezequiel 18:4, Dios dice: “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.”
Pablo en Romanos 6:23 declara: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Cada quién debería responder por su pecado, pagar la pena por su pecado. Mas Dios nos ama tanto que no quiso vernos morir de esa forma. Por lo tanto se hizo carne tomando la forma de tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (Juan 1:14; Filipenses 2:6-8)
Pero Dios, es rico en misericordia y nos amó con su gran amor. En Juan 15: 13 Jesús dijo: "No hay mayor amor que el que da su vida por sus amigos. »
El apóstol Pablo escribió: “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:6-8).
El apóstol Juan en su primera epístola universal en el capítulo 4, versículos 9 y 10, escribió:
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”.
En la cruz, Jesús pagó la pena por nuestros pecados. Según el profeta Isaías, él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él. Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. (Isaías 53:5,6)
En la Epístola a los Hebreos leemos que Jesús se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y que Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. (Hebreos 9:26,10:12)
Eso es el amor de Dios para ti y para mí. Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Pablo escribió que Jesús, el hijo de Dios no conoció pecado, pero Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (2 Corintios 5: 21)
Con el fin de mostrar su amor por ti, optó por tomar tu lugar de pecador a cambio del suyo, la justicia de Dios. Jesús es tu sustituto.
La biblia dice: “el cual (Jesús), siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas…) (Hebreos 1:3).
b. la sanidad
Al profeta Isaías Dios le reveló y él escribió en el capítulo 53 acerca de los beneficios de la muerte de Jesucristo para todo aquel que cree en El.
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; … y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:4,5d)
David, el salmista escribió: Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; (Salmos 103:2-3).
El apóstol Pedro en 1 Pedro 2:24-25 nos recalca los beneficios de la muerte de Cristo. Pedro escribió: “quien (Jesús) llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” (1 Pedro 2:24-25)
c. La paz
…el castigo de nuestra paz fue sobre él. (Isaías 53:5b).
Pablo recibió la revelación acerca de la paz como beneficio de la muerte de Cristo. En su carta a los colosenses el capítulo 1 versículos 20-23 escribió: “… y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.”
En Romanos 5:1 Pablo escribió: …tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
II. Los beneficios de la resurrección de Cristo: resucitado para nuestra justificación.
2.1. La resurrección de Jesús
Juan 20:1-10 es una revelación de la realidad de la resurrección de Jesús. “Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.”(Juan 20:6-8)
Si el cuerpo hubiese sido robado, los ladrones no habrían perdido tiempo para desenrollarlo; pero, aun cuando lo hubiesen hecho, los lienzos habrían quedado esparcidos, no colocados en perfecto orden como estaban.
El Señor Jesús, para confirmar su resurrección se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del Reino de Dios. (Hechos 1:4)
2.2. Los beneficios de la resurrección de Jesús
La resurrección de Jesús es la credibilidad del evangelio (1cor 15:15-17). Su resurrección es la prueba que Él es el Hijo de Dios (Rom1:4). Resucitando a Jesús Dios mostro que Él había aceptado y aprobado el sacrificio de su hijo por nuestros pecados (Romanos 4: 25).
Los beneficios de la resurrección de Jesucristo son:
a. Satanás fue derrotado. (Hebreos 2:14; Colosenses 2:15; Apocalipsis 1:18; Mateo 28:18)
b. La humanidad fue redimida. (Efesios 1:7; Colosenses 1:14, Hebreos 10:12)
c. Dios puede ahora por motivos legales impartir su Naturaleza, la Vida Eterna, al hombre y hacerle una nueva creación. (2 Corintios 5:17; Efesios 2:10; 2 Pedro 1:3-4; 1 Juan 5:12-13)
d. Por fin el hombre puede llegar a ser hijo real de Dios (Juan 1:12).
e. Puede haber una perfecta comunión entre Dios y sus hijos (Juan 14:23; 1Juan 1:3).
f. Cuando Dios impartió Su naturaleza al hombre, él le impartió su justicia. Así el hombre es partícipe de la naturaleza divina y la justicia de Dios. (Romanos 3:21-26; 2 Corintios 5:21 )
g. El hombre puede estar en la presencia del Padre como lo hizo Jesús en su caminar en la tierra. (Juan 17:21-23; Hechos 10:38)
h. Ahora Dios puede dar el Espíritu Santo para vivir permanentemente en el cuerpo de esta nueva creatura, y puede construir en esa nueva creatura a través de la palabra, el carácter y la naturaleza de Cristo Encarnado , de modo que podemos decir con seguridad: " y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; ".(Gal 2:20)
Romanos 4:25 es una realidad. “El cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”
Conclusion:
Hechos 2:21-24; 31-33; 36
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís
36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
¡Qué inmenso amor!
Estimado lector, Dios viene a ti para expresarte su amor a través de estas líneas. Así que te invito a escuchar la voz de Dios.
Independientemente de tu condición espiritual, material, física y emocional, quiero decirte que Dios te ama y te quiere.
No importa cual haya sido tu vida pasada, quiero decirte que Dios te ama.
Puede ser que tú pienses que no necesitas a Dios. Pero, El si te ama y piensa en ti.
Estimado lector, Dios viene a ti para expresarte su amor a través de estas líneas. Así que te invito a escuchar la voz de Dios.
Independientemente de tu condición espiritual, material, física y emocional, quiero decirte que Dios te ama y te quiere.
No importa cual haya sido tu vida pasada, quiero decirte que Dios te ama.
Puede ser que tú pienses que no necesitas a Dios. Pero, El si te ama y piensa en ti.
La más grande declaración jamás expresada en el mundo es: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3: 16).
¿Quién hizo esta gran promesa?
Jesucristo el hijo de Dios hizo esa declaración. (Juan 3: 16).
La razón de la Creación
La Biblia dice que Dios creó el cielo y la tierra con el poder de su Palabra. El propósito de Dios al crear la tierra es proveer un hábitat para los seres humanos. Para hacer al hombre feliz, Dios creó todo lo necesario para que este hábitat fuera agradable.
“Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.” (Génesis 1:14-15).
“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.” (Génesis 1:16-18)
“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal." (Génesis 2:9).
“Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice.
El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.” (Génesis 2:10-14)
Dios muestra su amor por el hombre a través de la preparación y/o la creación del medio ambiente para recibir al ser humano que El crearía a su propia imagen.
De modo que, el hombre es la razón de ser de toda la creación de Dios.
La creación del ser humano
Dios creó al hombre a su imagen, conforme a su semejanza. Ten en cuenta que, de todas las criaturas de Dios, sólo el ser humano fue creado a imagen de Dios. Entonces Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. (Génesis 1: 26-27; 2:7-8).
La honra y la autoridad del ser humano
Dios hizo al hombre un poco menor que El, y lo coronó de gloria y honor. (Salmos 8:3-8).
A través de la creación, podemos entender el amor de Dios por el ser humano. Dios creó al hombre para la vida, la paz y el progreso. Él lo creó como él para amarle y vivir en comunión con él. Además, Dios le dio dominio al ser humano sobre toda su creación. (Genesis 1:29; 2:19,20).
La muerte espiritual
La posición del ser humano causó envidia y odio en Satanás, el enemigo de Dios. Por esa razón, Satanás empujó a Adán, el primer hombre, a desobedecer la Palabra de Dios.La Biblia dice: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:17).
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella.” (Génesis 3:6).
De esa manera, Adán cometió el pecado de alta traición contra Dios. Con este acto, entregó la autoridad que Dios le había delegado a su mismo enemigo Satanás. (Génesis 3; 1Timoteo 2:14; Lucas 4: 6).
El hombre se hizo esclavo de Satanás, cuya naturaleza es la muerte espiritual.
La muerte espiritual pasó a todos los hombres por identificación a Adán. El apóstol Pablo dijo: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:12)
La muerte espiritual es la explicación del sufrimiento de la raza humana. La naturaleza de Satanás es la fuente de toda enfermedad, ruina, odio y homicidio. Su propósito principal es robar, matar y destruir. El lleva acabo ese propósito mediante la depresión, la opresión, los vicios, la concupiscencia, el divorcio, el suicidio y todo lo que contribuye a la destrucción del ser humano.
La Biblia dice que el mundo entero está bajo el poder de Satanás. (1 Juan 5:19; Lucas 4: 6). Él es como un ladrón que no viene sino para hurtar y matar y destruir (Juan 10: 10a).
En Juan (14: 30,) Satanás es mencionado como el príncipe de este mundo. Él es el que tenía el poder de la muerte. (Hebreos 2: 14).
El pecado reina en el mundo de las tinieblas, donde el hombre en estado de muerte espiritual vive por el emperador cruel que es Satanás. (Romanos 6: 14; Hebreos 2: 14; Colosenses 1:13).
La incapacidad del ser humano
Desde la entrada de la muerte espiritual en el mundo, todos los esfuerzos humanos para librar la humanidad del pecado y de sus consecuencias han sido vanos.
La educación ha sido incapaz de erradicar el pecado. La historia confirma que cada nivel de civilización fue acompañado por la degradación moral.
Las guerras y los vicios siguen destruyendo la juventud, la fuerza de la humanidad. Esta crueldad es la manifestación de la potestad de Satanás para destruir. (Juan 10: 10).
A pesar de la innovación de la tecnología, el hombre ha sido incapaz de inventar la solución para el pecado, la enfermedad y la muerte. El cuerpo humano está expuesto a múltiples enfermedades.
La muerte sigue siendo el problema más importante de toda la humanidad. Esta pone fin a los sueños, la alegría, la esperanza y la vida.
El amor de Dios en la redención: la Solución
Solo Dios, el creador puede salvar legalmente al hombre mediante el pago de la condena por su pecado para darle una nueva vida: la vida eterna y una nueva naturaleza: la de Dios.
La Biblia dice que Dios es Amor. El expresó su amor por ti y por mí. Jesús, el hijo de Dios nos revela esto en Juan 3: 16: "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Estimado lector, te invito a que pensemos en el amor de Dios por un momento.
Este mundo perdido en la desesperación, bajo el poder de Satanás, no merece la intervención de Dios.
De hecho, nosotros, los seres humanos estábamos sin Dios en el mundo, sin esperanza, siguiendo la corriente de este mundo cuyo príncipe es Satanás. Él cual cegó el entendimiento de los que estábamos, sin Dios; cada uno según su camino. (Efesios 2: 12; Isaías 53: 6-7; 1 Pedro 2: 25).
Éramos en otro tiempo extraños y enemigos en nuestros pensamientos y nuestras malas acciones. (Colosenses 1: 21).
A nivel mundial, los seres humanos viven en la concupiscencia de la carne, haciendo la voluntad de la carne y sus pensamientos, y son por naturaleza hijos de ira. (Efesios 2: 1-3).
Pero Dios, que es rico en misericordia, manifestó por nosotros su gran amor (Efesios 2: 4-7). El Señor Jesús dijo: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Juan 15: 13). El apóstol Pablo escribió: “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:6-8).
La Biblia dice: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” (Juan 4:9,10)
Con su vida durante su ministerio terrenal, Jesús nos mostró que Dios nos ama. Pedro, uno de los apóstoles de Jesús hizo un resumen de la vida de Jesús en la tierra en estos términos: “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38)
En la cruz, Jesús pagó por la pena de nuestros pecados. El profeta Isaías que habló de la obra de sustitución de Cristo dijo: “Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él. Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (Isaías 53:5,10).
En la epístola a los Hebreos leemos que Jesús se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y que Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. (Hebreos 9:26; 10:12).
Esto es la demostración del amor de Dios para ti y para mí. Jehová cargó en Jesús el pecado de todos nosotros.
El apóstol Pablo escribió que Jesús, el hijo de Dios no conoció pecado, pero Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (2 Corintios 5: 21).
Con el fin de mostrar su amor por ti, Cristo optó por ser tu sustituto tomando tu lugar.
Según la ley de Dios, el alma que pecare, esa morirá. (Ezequiel 18: 4).
Pablo en su epístola a los Romanos escribió: "Porque la paga del pecado es muerte" (Romanos 6: 23a).
Recuerdas que el Señor Jesús dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. “Jesús murió en tu lugar porque te ama. Él fue tu sustituto.
Jesucristo es el Señor
Por su muerte, el Señor Jesús destruyó al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo para tu liberación del poder de las tinieblas. (Hebreos 2:14, 15; Colosenses 1:13).
Pedro hizo estas declaraciones:
"A este Jesús Dios le resucitó; todos somos testigos. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo." (Hechos 2:32, 36).
Estimado lector, el Señor Jesús dijo que todo el que cree no se pierde. La resurrección de Cristo Jesús es la credibilidad del Evangelio. En efecto, la resurrección de Jesucristo es la prueba de que Dios aceptó su sacrificio por los pecados. Esto significa que la pena del pecado ha sido pagada y que todos los que creen en él son totalmente libres del castigo por los pecados.
Su resurrección demuestra que Dios nos ha declarado justos. Hemos pasado de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios y de la muerte espiritual a la vida eterna. (Romanos 4: 25, Romanos 1: 4; Juan 5: 24, Hechos 26: 18).
Estimado lector, tu Creador te extiende su mano. Tiene los brazos abiertos para recibirte en su gran familia. El viene por ti; te ama; te necesita.
¿Notaste el siguiente versículo del Evangelio según San Juan?
"Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios..." (Juan 1:12).
Dios es fiel. El Promete hacer de ti su Hijo. Tu parte es recibir a Jesús y creer en su nombre.
La Biblia dice: “que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:9,10). Pues la Escritura dice: “Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. (Romanos10: 11).Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos10:13).
Dios quiere salvarte de la prisión de Satanás, de la muerte espiritual, de la destrucción y de la enfermedad. Él quiere salvarte del infierno, de la esclavitud del pecado y de sus consecuencias. Él quiere librarte del poder de las tinieblas y llevarte a su familia real. En fin, Dios quiere compartir su vida eterna contigo. Su deseo es hacer de ti una nueva criatura en Cristo. Dios quiere hacer de ti participe de la naturaleza divina.
Cuando invites a Cristo en tu vida, recibirás el poder de ser hecho hijo de Dios. Obtendrás cada día, la sabiduría de Dios para tomar nuevas decisiones que traerán la paz y el éxito en tu vida. Su sabiduría te ayudara a hacer frente con claridad y superar las circunstancias de la vida. (1 Corintios 1:30; Romanos 8: 37).
Su amor te ayudará a saber cómo actuar en las situaciones desagradables de la vida. (Romanos 8: 37-39; 1 Corintios 13). Tendrás su capacidad a tu disposición. (Filipenses 4:13; Isaías 41:10; 1Jean4:4).
Ahora, estimado lector, te invito a recibir a Jesús como tu Salvador y tu Señor. Es muy sencillo. Podrías orar de esta manera:
"Oh Dios, te alabo por lo que me has dicho acerca de lo que para mostrar tu amor por mí.
Abro mi corazón para recibir a Jesucristo como mi Señor y Salvador.
Creo que tu hijo Jesucristo murió por mis pecados. Él resucitó para mi justificación. Ahora te doy gracias porque has hecho de mí tu hijo. Me ves justo y me hiciste pasar de la muerte a la vida.
Tú me has librado de la potestad de las tinieblas y me has trasladado al reino del hijo de tu amor. ¡En Cristo, soy redimido!
Gracias, Padre Celestial por escuchar mi oración en el nombre de Jesucristo. Amén.